Jesús Cotta escribe como es, sin doblez ni pretensión alguna y con una libertad envidiable.
Poeta de mirada amable y esperanzada sobre las personas y las cosas, es de esos escritores de luz (en expresión de Pablo d’Ors), ajeno a ortodoxias, incluidas las literarias.
Cotta es una peculiar mezcla de filósofo que desgrana realidades y fauno que se queda mirando a la luna cuando tendría que estar corrigiendo exámenes o haciendo los desayunos.
Aurora Pimentel.