En «La Tramontana», Emily Roberts convierte lo familiar en activismo político y la tragedia política, motor de cambio, en devastación emocional. Emily Roberts nos cuestiona y nos permite que busquemos las respuestas. ¿En qué medida las condiciones de nuestro entorno nos modifican, y en qué medida somos nosotros mismos los que invocamos a la tramontana? ¿Podemos conseguir el cambio sin asumir previamente los errores que nos han llevado al éxito? ¿Es útil buscar desesperadamente un culpable en los demás ante cualquier problema? ¿Existe una revolución mayor que aprender a perderlo todo? Un relato que recuerda a Kate Chopin, Charlotte Perkins Gilman y Elena Ferrante.
ALBERTO ACERETE.