Hablamos de un poeta escondido: José Gutiérrez Román. No insistan si llaman a su casa, no hay nadie. La casa está vacía. Sobre la mesilla ha dejado una colección de versos desnudos, y en la calle, junto a los contenedores, una bolsa de mentiras. El poeta abre los ojos donde no hay poesía, sólo el temblor que permanece.
Alberto Luque Cortina.