El afán por lo breve (en JRJ) duraría más de cinco décadas, un extenso periodo en el que aglutinan variados magisterios, desde los iniciales de Kempis, Nietzsche, Marco Aurelio, Pascal y Chamfort, hasta los que fueron tejiendo una tupida red de influencias que contribuyó a moldear la sensibilidad. En un aforismo, escribe Juan Ramón: «Si hay personalidad, las influencias contribuyen a afirmarla, se pueden tener todas las influencias y ser completamente personal, con personalidad inconfundible».
José Luis Morante.