Estos relatos prenden nuestra atención desde el comienzo y no podemos abandonarlos, cautivados por la curiosidad, hasta el punto final. Nos hablan de sucesos cotidianos en esta sociedad entre cruel y banal, cruzados de improviso (o desde la primera línea, en algunos casos) por lo inexplicable, lo paranormal, pegado a nuestra normalidad como la uña a la carne. Sonreímos, nos inquietamos, reconocemos como propias escenas y situaciones salidas de una pesadilla irónicamente real. Quiza sean las Narraciones Extraordinarias de nuestro siglo incipiente.
Emilio Barón.