Pelayo Fueyo llena de nombres propios estos poemas para anclar en los afectos personales o literarios sus observaciones de un mundo lleno de paradojas, de oscuros significados que sacar a la luz y de heridas abiertas en el proceso de vivir. La memoria y el símbolo concurren pues en una búsqueda que tiene mucho de ajuste de cuentas autobiográfico y donde está el mejor Fueyo, un poeta que, entre la transparencia y la complejidad, ha acertado a recrear un espacio vital en el que el lector atento hallará su propia historia.
José Luis Piquero.