Este volumen recoge textos que se adentran más en las posibilidades de la emoción, sin renunciar a las depuraciones intelectuales ni al misterio de la música. Los poemas de este libro conjugan la contemplación de la belleza y de la sordidez, el furor platónico, la pericia rítmica y la habilidad para esconder los ojos tras el velo, como quisieron Horacio y Verlaine.
Miguel Alarcos.