La poesía de Álvaro Guijarro es única: todo aquí es Verdad y es Mayúscula. Brillan su afán de ráfaga visionaria, sus ganas de airear las junturas de las cosas y las personas, su empeño en saber cómo no sabemos los enigmas, cómo festejar lo minúsculo, lo humilde, toda flor infantil.
Berta García Faet.