Gregorio Luri afirma que el bárbaro solo tiene contemporáneos. Por eso él pertenece a otro tiempo, uno en que la palabra no se malversa y nadie confunde la cursilería con el humanismo. Luri sabe que todo futuro es sospechoso y que la tradición es la democracia de los muertos. Sería nuestro Marco Aurelio si pudiéramos imaginar a Marco Aurelio dichoso. Porque no hay sabiduría sin felicidad, que es inteligencia en reposo. Los aforismos de Luri nos iluminan, pero no como si pulsara un interruptor en la noche, sino como si descorriera una cortina al amanecer.
Jorge Bustos.