Ory llamaba «Aerolitos» a esos fugaces instantes de conciencia representados por frases aparentemente inconexas que, desde el espacio caótico del pensamiento, caen sobre el papel tras un viaje milenario. Son formas perdidas en el sueño, experiencias acumuladas de lecturas, luces de la observancia que van configurando en su esparcimiento el extracto apriorístico de su poesía.
José Ramón Ripoll.