«Muchos de estos aforismos son -reconoce el autor- <<eslóganes publicitarios de la vida>>. Lo dice incluso más bonito: <<El buen aforista es un francotirador que sólo dispara a salvar>>. Y todavía mejor: <<Morir es una pérdida de tiempo>>. ¡Y tanto!, como que no compensa ni para resucitar, porque, como él nos avisa, <<Resurrecciones hay que no son post-mortem>>. Este libro está lleno de ellas».
Enrique García-Maiquez