Tuve el placer de ser uno de los primeros lectores de este libro. No me sorprendió la sensibilidad ni el talento de su autora porque siempre sospeché que Victoria León, además de una excelente traductora y crítica, era una escritora de raza que solo estaba esperando la oportunidad de echar a andar. Y lo ha hecho con un libro de aforismos en el que hay mucha poesía, mucha literatura y mucha vida, observada y vivida, sobre todo, hacia adentro: muchas noches de insomnio que le han servido para descubrir verdades que, probablemente, todos sepamos, pero no todos somos capaces de reconocer y expresar con esta profundidad y sutileza.
Javier Salvago.